La opacidad en la
gestión económica, política y social es muy grave, su forma de gobernar,
autoritaria y a veces grotesca, corresponde más a otra época ya superada, que a
lo que se espera en una democracia que tiene 35 años de rodaje. Dicen que “la
cabra siempre tira al monte”, y quizás esa querencia del alcalde le lleve a
querer recuperar sus años al frente del Movimiento Nacional, eufemismo con que
se autodenominaba el régimen fascista del dictador Franco, donde Fernández
Montes fue un personaje con responsabilidades de Consejero Local en la década
de los setenta.
La opacidad en la gestión, con nula
información a ciudadanos y oposición sobre gastos, ayudas, subvenciones, etc.
le llevan a desarrollar con total impunidad una política de favoritismo
clientelar.
Niega y da ayudas y
subvenciones a capricho, sin ningún rigor. Niega ayudas para comer a familias
sin recursos y subvenciona el impuesto de vehículos correspondiente a un
mercedes de alta gama. Como buen Jefe del Movimiento Nacional, hoy día el
alcalde se hace acompañar de un buen séquito en todos sus movimientos dentro y
fuera de la ciudad; nunca pueden faltar varios escoltas de paisano, ¿qué teme?,
personal de protocolo, prensa, televisión municipal, fotógrafo, policía local,
etc., todo ello pagado con el erario público.
Lo dicho, un personaje
de otro tiempo.