Si hablamos
de Torremolinos, el principal problema que se encuentran los ciudadanos, es
enfrentarse a una Administración Local que nos recuerda continuamente el “vuelva
usted mañana” de Mariano José de Larra, del siglo XIX. Quizás en este caso, en
Torremolinos, aún es bastante peor, pues nos encontramos con una administración
cerrada, donde el ciudadano no cuenta para el gobernante y el oscurantismo
sobre la gestión pública hace imposible, no ya conocer cómo se gestiona el
dinero público en general, sino el cómo se gestiona cualquier expediente que
afecte a un ciudadano determinado. La indefensión ciudadana es total, propia de
otro régimen, ya superado en España y al que el Alcalde manifiesta sentirse muy
orgulloso de haber servido.