Me Gusta

11 diciembre 2009

Pan y Circo

Décimo Junio Juvenal fue un poeta romano, a caballo entre los siglos I y II, y fue el primero en formular la expresión “Panem et circenses”, (“Pan y circo”). Utilizaba esta frase para referirse a las prácticas políticas romanas donde el emperador regalaba al pueblo comida y entradas a los eventos en el circo para mantenerlo distraído de las decisiones políticas del Imperio. De esta forma, el pueblo era felizmente engañado y los gobernantes robaban y se hacían ricos sin que nadie se diera cuenta; al contrario, irónicamente, el pueblo los apoyaba.

04 diciembre 2009

“Coherencia y ejemplo de responsabilidad”

Manuel Marmolejo, político de profesión, entró a trabajar en el Ayuntamiento malagueño hace una década, atado a la gaviota y, desde su responsabilidad de Concejal fue abriendo puertas a las empresas de su hermano político, que se ha forrado con las arcas públicas, obteniendo más de dos millones de euros gracias a los cerca de cien contratos adjudicados a dedo en los diferentes distritos de la ciudad.

30 noviembre 2009

Patente de Corso

Según Fernández Montes, alcalde de Torremolinos, el mandato popular convalida todo, y el que más votos tiene puede cercenar la libertad de opinión; puede manipular fraudulentamente las noticias o realizar la desfiguración de la historia, para adaptarla a sus intereses. Quien tiene el poder goza insólitamente de plena libertad para violar las leyes y deformar la democracia, porque “ha sido elegido por el voto popular”, que “todo lo convalida”. Mayoría absoluta supone “patente de corso”.

Paseando por La Carihuela

A última hora de la tarde de ayer, recorrí el Paseo Marítimo de la Carihuela, desde su límite con Benalmádena hasta la roca. Me gusta observar el mar, tranquilo, como estaba ayer. Sin bañistas, sin “guiris”, sin nadie; la playa desierta y las gaviotas de fiesta sin intrusos que les molesten. De vez en cuando me paro y me quedo observando el mar, las gaviotas, la arena y las barcas como único vestigio del faenar pesquero que antaño alimentaba a los lugareños. Las hamacas ordenadas en filas perfectas, como los soldados en el desfile de la Castellana. Creo que hace tres años que no me tumbo en una de ellas. ¡Cómo pasa el tiempo!