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20 diciembre 2008

Rajoy no pudo oponerse a los presupuestos

Todos sabemos lo importante que es la comida. Dependemos de ella. Alimentar el cuerpo es algo imprescindible para mantenerse vivo. Eso lo saben muy bien los habitantes del llamado tercer mundo. Y parece que también lo sabe Mariano Rajoy; por eso entendió que era vital para mantenerse vivo “políticamente”, abandonar su escaño en el Congreso de los Diputados para acudir a un “importante almuerzo” que le impedía ocupar su “puesto de trabajo” y cumplir con su obligación participar en la votación de los Presupuestos Generales del Estado. Una votación a la que sólo faltaron, el portavoz de CIU, por enfermedad, y siete diputados del PP.