Me Gusta

20 diciembre 2008

Rajoy no pudo oponerse a los presupuestos

Todos sabemos lo importante que es la comida. Dependemos de ella. Alimentar el cuerpo es algo imprescindible para mantenerse vivo. Eso lo saben muy bien los habitantes del llamado tercer mundo. Y parece que también lo sabe Mariano Rajoy; por eso entendió que era vital para mantenerse vivo “políticamente”, abandonar su escaño en el Congreso de los Diputados para acudir a un “importante almuerzo” que le impedía ocupar su “puesto de trabajo” y cumplir con su obligación participar en la votación de los Presupuestos Generales del Estado. Una votación a la que sólo faltaron, el portavoz de CIU, por enfermedad, y siete diputados del PP.
Desde las filas populares, se justifica la ausencia de Rajoy, en que la presencia de más o menos diputados del PP "no era fundamental" porque el PSOE sólo necesitaba reunir una mayoría absoluta de 176 diputados, que ya tenía acordada con otros grupos parlamentarios, y por eso acudió a un "importante" almuerzo que tenía previsto y que prefirió no cancelar. Pero esta teoría no es compartida por un sector del grupo parlamentario popular que manifiesta haberse quedado "extrañados" al comprobar que Rajoy no estaba en el momento de la votación de los Presupuestos que él mismo ha definido como la ley más importante del año. Incluso los más allegados al “registrador” consideran que "debería haber pospuesto la comida y haberse quedado a votar". Al parecer, algunos diputados, del sector crítico consideran que Rajoy está rodeado de "una colección de imbéciles".
Si tenemos en cuenta que la dirección del Grupo Popular había dado un aviso a todos los diputados para que estuviesen presentes en la votación, parece que la disciplina no es lo que impera en las filas del PP. Para colmo el diputado Popular por Badajoz, Mariano Gallego, ha apoyado las cuentas del Gobierno, votando a favor de los Presupuestos.
Dice Pepe Blanco, que Mariano ha abandonado el hemiciclo por un puro, yo creo que no. Yo tengo otra teoría: “Mariano Rajoy está en una situación crítica en su partido, con no pocos e influyentes enemigos entre “los suyos”. Su almuerzo podía ser de “supervivencia política”. No podía faltar. La cuestión no es que los Presupuestos salgan con más o menos votos en contra, ni la cosa está para simbolismos, lo importante es conseguir suficientes pilares que impidan lo que parece cada vez más claro un derrumbe del “proyecto Rajoy”. Quizás hizo lo que tenía que hacer, abandonar el asiento para mantener el sillón. El alimento que necesita, no está en los platos, pero lo necesita para seguir políticamente vivo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario