La semana pasada concluían las obras de remodelación de la Plaza San Miguel de Torremolinos, y como es habitual en el Alcalde, utiliza estos eventos para la escenificación de un acto de narcisismo y boato. El Sr. Fernández Montes se empeña en ser o creerse el centro del mundo, exhibirse como un pavo real y a continuación entrar en éxtasis, mientras su séquito le alaba, aburridos, pero disimulando, saben bien lo que se juegan.
En este caso, el Alcalde hizo la “inauguración de la Plaza San Miguel”, con descubrimiento de placa y todo, un acto que califica de “creación de la nueva plaza”, cuando según recoge Juan Trujillo Serrano en su libro Callejero e Historia de Torremolinos, esta plaza cuenta con varios siglos de existencia. Pero ahora es nueva y la ha creado D. Pedro Fernández Montes, igual que ha creado ese “Nuevo Torremolinos” que sólo existe en la burbuja que envuelve al Sr. Alcalde.
Evidentemente, la plaza es la escusa, lo importante es el Sr. Fernández Montes, como lo demuestra el periódico del régimen (El Noticiero) que dedica portada y dos páginas para hablar de esta pseudoinauguración, aunque en realidad de lo que habla es del Alcalde a quien dedica 7 de las 11 fotos que publica del acto.
¿Qué hubiese dicho el Sr. Fernández si representantes del Gobierno Zapatero y de la Junta de Andalucía hubiesen inaugurado cada una de las más de 40 obras que realizaron el año pasado en Torremolinos y hubiesen utilizado el vocabulario de “creación de nueva Plaza”, “creación de nueva calle”, etc.?
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