Tras su narcisismo y prepotencia, el primer edil continúa limitando la democracia en el Consistorio. En el último Pleno del Ayuntamiento, celebrado el pasado 28 de noviembre, el Sr. Fernández, al saber que los 6 concejales del PSOE iban a intervenir (las intervenciones se habían entregado por escrito antes del Pleno), limitó éstas a un máximo de diez minutos en total, consumidos los cuales levantó la sesión. Esta limitación tan sólo la ha establecido para el PSOE, manifestando que “nuestro ayuntamiento va a limitar los ruegos a diez minutos y bajo esa norma nos vamos a regir y me estoy refiriendo en concreto, y lo digo claramente, al partido socialista”.
Una limitación antidemocrática que lo único que pretende es tapar la boca de quienes le plantean preguntas incómodas que ponen en evidencia su oscurantismo en la gestión. EL Alcalde evitó así las preguntas comprometidas, como las planteadas en el pleno de octubre por este concejal, que tras exponer varios ejemplos de parcialidad en las ayudas a personas necesitadas, manifestaba que “hay muchos más ejemplos, pero creo que es suficiente para ver la parcialidad, el favoritismo, el partidismo y la injusticia que impera en la Delegación de Asuntos Sociales. Las ayudas y subvenciones municipales son buenas y necesarias, con ellas se hace justicia social. Pero para que exista justicia social, su concesión ha de ser transparente y tienen que llegar a todo el mundo por igual, piensen como piensen, sin distinción de personas ni de ideologías. Porque no puede haber todo para unos pocos y discriminación para el resto. Es inadmisible que el ayuntamiento aplique en Asuntos Sociales aquello de «si eres de los míos te doy todo y si no lo eres, no te doy ni agua”. Terminaba preguntando ¿Por qué se niega el Equipo del PP a realizar una Ordenanza General de Ayudas y Subvenciones, como ya le requería el Defensor del Pueblo Andaluz hace seis años? y ¿Cuándo dejará el Partido Popular de hacer proselitismo político con el dinero público y la necesidad de las personas?
El Equipo de Gobierno Local del PP, esconde su desastrosa gestión económica tras un muro defendido por la “apisonadora” de su mayoría absoluta.
En este sentido, quise dejar claro durante mi intervención en la sesión plenaria que “una cosa son las funciones que tiene encomendadas el alcalde y otra cosa son las atribuciones que él se toma para restringir lo que el artículo 97 del Reglamento de Organización y Funcionamiento de las entidades locales (ROF) no limita al resto de concejales, que es la participación en los plenos”. En respuesta, Fernández Montes aseguró que “si no lo dice el ROF, lo dice el alcalde”.
Hay que tener en cuenta que el alcalde se niega a que exista en el ayuntamiento de Torremolinos junta de portavoces, y es el alcalde unilateralmente quien decide, abusando de las atribuciones que no tiene por la legislación. Pretende así, anular el trabajo de fiscalización que tiene que realizar la Oposición, mientras que él habla cuanto quiere y en el momento que le apetece sin limitaciones, siendo además, el único que puede utilizar la televisión municipal.
Podemos decir del alcalde Pedro Fernández Montes, un jefe del Movimiento franquista, lo que manifestaba el Financial Times en una editorial referida a Rajoy, “que no ha completado su viaje desde sus orígenes franquistas hacia un centro derecha moderno". En el caso del alcalde podemos añadir que cada vez está más cerca de sus orígenes.
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