En un abrir y cerrar de ojos se fue 2011…. y se fue bien rápido. Ha sido un año intenso en lo personal y en lo político. En lo personal ha sido un año con balance negativo, especialmente por la pérdida de la persona más importante de mi vida: mi madre, que falleció en el mes de septiembre, a los 83 años, pero de forma inesperada. En lo político, ha sido un año muy complicado que ha culminado con la subida al gobierno de la nación de la derecha más reaccionaria de este país. En lo positivo, Iván, mi nieto empezó a caminar y a decir sus primeras palabras y en mi casa se cambió de escuchar continuamente la frase “a ver cuando empiezas a andar” a escuchar aquella otra de “siéntate y estate quieto un rato”. Ahora no para. Nos agota a todos.
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