Se suponía que con el fondo para pagos a proveedores del pasado mes de marzo, saldrían a la luz las facturas que determinados Ayuntamientos tenían ocultas en sus cajones.
Los ayuntamientos debían remitir al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, una relación certificada de todas las obligaciones pendientes de pago, una certificación expedida por el interventor con obligación de informar al pleno de la corporación local.
Así lo hizo el ayuntamiento de Torremolinos, sólo que se le olvidó un pequeño detalle que ahora se ha hecho público. El alcalde Fernández Montes y el interventor ocultaron una deuda de 17 millones de euros, algo que vienen haciendo desde que el alcalde ocupara este cargo en 1995.
Total, que nuestro alcalde ha podido dictar actos nulos a lo largo de su mandato, si juzgamos por el estado de sus cuentas ocultas. Pero también puede tener responsabilidades políticas y administrativas, por gobernar con absoluta irresponsabilidad y derroche. La responsabilidad es personal, y en este caso compartida por el Alcalde y el interventor municipal.
Tan sólo hace un mes que se aprobaron los Presupuestos para 2012 y el pago a proveedores, y tanto alcalde como interventor afirmaban que lo llevado a Pleno era fiel reflejo de la realidad económica del Ayuntamiento, que no existía ninguna deuda oculta. Mintieron en 17 millones de euros, un 20 % del presupuesto. ¿Eso no tiene consecuencias personales? Las políticas debían ser inmediatas, las otras ya llegaran.
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