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07 mayo 2012

La culpa siempre es de otros

En Torremolinos, tras 17 años gobernando el Partido Popular, dirigido por Pedro Fernández Montes, como presidente del partido y alcalde de la ciudad, resulta que cualquier crítica a la gestión municipal, sea de lo que sea, la culpa nunca es suya. Si la accesibilidad de una ciudad turística como Torremolinos, es una aventura de alto riesgo, la culpa es del PSOE; si la suciedad de sus calles es manifiestamente mejorable, la culpa es del PSOE; si el 30% de los ciudadanos que intentan abrir un negocio en el municipio, tienen que renunciar debido a la burocracia del ayuntamiento, la culpa es de los socialistas; si es imposible pasear por sus calles y no ser agasajado con un lindo perfume en tu zapato como consecuencia del regalo depositado amablemente por algún perro mientras su dueño y autoridades miraban para otro lado, la culpa es del PSOE; si el turismo y la actividad económica del municipio está en clara decadencia, mientras el ayuntamiento ignora la realidad, la culpa es de los socialistas. Esta es la actitud victimista, infantil e irresponsable del alcalde Fernández Montes.

El victimismo puede dar resultado a corto y medio plazo, pero a largo plazo tendrá el efecto bumerán y dará un golpe de realidad a la figura del alcalde, que al no reconocer su responsabilidad en los errores de gestión, se está privando de la herramienta más poderosa del intelecto humano: el aprendizaje y la corrección. Son precisamente los errores, tras reflexión y análisis, los mejores consejeros del gobernante. Quejarse, hacerse la víctima,  quizás ayude a sentirse mejor, pero nunca solucionan nada. Con los problemas, hay que pararse, reflexionar y analizar todo en su conjunto. Naturalmente, una parte de la responsabilidad de determinadas cuestiones recaerá sobre otros, pero en una ciudad, de una manera u otra, quien gobierna siempre tendrá la mayor cuota de responsabilidad. Y es esa cuota la que no se puede ignorar, pues es muy complicado cambiar lo que hacen los demás, pero de nuestros actos somos los únicos responsables.

Frente a las carencias de su gestión, el Alcalde, primero las niega y luego deriva las responsabilidades a otros, siempre al PSOE. El esquema siempre es el mismo: negar las críticas, desentenderse de las responsabilidades, presentarse como “víctima” y culpar al PSOE, ¡siempre! Sin embargo, el alcalde Fernández Montes, no puede rehuir su propia responsabilidad, ni pretender, desde su búnker, atribuir la culpa de una deuda que se ha gestado y reclamado desde un gobierno del PP en Málaga, que se ha confirmado por la Justicia en sentencia firme en 2008 y que suma con intereses 17 millones de euros. Todo el proceso judicial se ha desarrollado con gobiernos municipales en Málaga y Torremolinos del mismo partido: el PP. Esa es su responsabilidad. No han sabido encarar este desafío y no han tenido el liderazgo necesario para acordar una solución. Y lo que es aún más grave, el alcalde de Torremolinos ha engañado a los torremolinenses y a las administraciones públicas a quienes tenía la obligación de haber informado de esa deuda que ha preferido esconder durante tantos años. ¡Por supuesto, esto también es culpa de los socialistas!

¿En qué manos está el gobierno de Torremolinos? En manos de una patología psicológica extremadamente pueril: buscar siempre en otros las culpas y responsabilidades, para evitar asumir y reconocer las propias.

Decía Winston Churchill que “la democracia es la necesidad de inclinarse de cuando en cuando ante la opinión de los demás”. Esto, en el ayuntamiento de Torremolinos, no existe.

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