Cuando un Alcalde no escucha a los vecinos, debe marcharse

Los trabajadores dela Empresa Municipal de autobuses de Huelva se plantan en la puerta de la casa del alcalde, Pedro Rodríguez (PP), a la 8:00 de la mañana para poder hablar con él y pedirle información sobre el futuro de la empresa y de sus puestos de trabajo.
Los trabajadores portaban una pancarta en la que se podía leer “Los trabajadores de Emtusa, en contra del plan de ajuste del Ayuntamiento de Huelva”, un colectivo, conformado por 150 trabajadores que reclamaban “información” después de conocer por los medios de comunicación las pretensiones del Equipo de Gobierno de aplicarles la rebaja salarial del 30 por ciento a partir del 1 de enero, según el Ayuntamiento “haya o no acuerdo” o, de lo contrario, “habrá despidos”.
Los trabajadores pretendían poder hablar con el alcalde y que les diga sus pretensiones respecto a la empresa y sus trabajadores. Evidentemente, el presentarse en la puerta de la casa del alcalde, viene como consecuencia de la negativa de éste a recibirles.

Leyendo esta noticia en los medios de comunicación, me venían a la mente la cantidad de vecinos de Torremolinos que pretenden hablar con el alcalde Fernández Montes y nunca lo consiguen. Es más, yo mismo, que soy concejal en este ayuntamiento desde el año 2007, nunca he conseguido ser recibido por el Alcalde, que se supone nos representa a todos. En una ocasión, estuve a punto de ser recibido en su despacho, pero unas horas antes del encuentro me llamó su secretaria para trasladarme que “el Alcalde me dice que no lo recibirá ni hoy, ni nunca”. Esa actitud tan poco democrática era consecuencia de unas manifestaciones mías donde preguntaba si el alcalde, que también estaba en la Mancomunidad de la Costa del Sol y en Diputación, pretendía también ser Diputado Autonómico. En fin, que si los que no conseguimos ser recibidos por el Alcalde en Torremolinos, nos fuésemos a las 8 de la mañana a la puerta de su casa, se formarían colas que posiblemente superarían a las del INEM.