Cuando el alcalde de
Torremolinos manifestó en el Pleno del ayuntamiento que los discapacitados que
trabajan en la empresa AMIFTO, gracias a él tienen trabajo y “no estaban
sintiéndose como un estorbo y acomplejados en sus casas”, el concejal del PSOE,
Jesús Díaz le pidió que retirase la palabra “estorbo”, por considerar que
ninguna persona es un estorbo en su casa.
El
alcalde Fernández Montes resolvió que lo que procedía era expulsar al concejal
de la sala, quizás legalmente, pero… ¿ética y moralmente?. A este alcalde se le
ve frecuentemente su tic dictatorial, heredado de sus primeros años en política
donde se inició alabando la gestión de Franco. Aunque intente ahora, a
posteriori, suavizar su expresión, ésta refleja cuál es realmente su pensamiento
respecto a personas con discapacidad.
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