Hoy, 18 de octubre, se cumplen 164 años del
nacimiento de Pablo Iglesias Posse, un hombre que desde muy joven, y hasta su muerte, estuvo
comprometido con la defensa de los derechos y libertades de los trabajadores,
creando en 1879, con 28 años, el Partido Socialista Obrero Español, y nueve
años después, en 1888 fundó la Unión General de Trabajadores.
En 1890, se celebraba por primera vez el 1º de mayo y una
impresionante manifestación recorrió las calles de Madrid, siendo Pablos Iglesias el encargado de entregar al Gobierno
las exigencias de los manifestantes sobre reformas legislativas, entre ellas la
reducción de jornada laboral a ocho horas y la prohibición de emplear niños en
el trabajo.
Fue concejal de Madrid durante 8 años y el primer socialista
diputado al Parlamento español, donde permaneció desde 1910 hasta su muerte. Pablo Iglesias falleció en Madrid el 9 de diciembre de 1925. Su entierro
constituyó una de las manifestaciones más multitudinarias de la historia de
España en mucho tiempo, donde más de 150.000 ciudadanos acompañaron el féretro
hasta el Cementerio Civil. Al entierro abría paso un grupo de la Guardia municipal a caballo,
detrás 49 coches con flores y coronas. Los medios de comunicación de la época le rindieron un unánime y
cálido recuerdo.
Pablo Iglesias defendía la participación ciudadana para conseguir una
sociedad más justa, criticaba la justicia de la época, como favorecedora de las
clases privilegiadas y defendía la necesidad de la honradez en los políticos.
Todo ello de plena actualidad hoy.
Defendía la necesidad de poner la economía al servicio del ser humano y no
del lucro de una minoría, criticando lo “absurdo que es ver a una porción de seres andar desnudos, carecer de alberge y morir de
hambre, cuando hay casas inhabilitada, ropas y calzado que deteriora el tiempo,
no el uso, géneros alimentarios de todas clases que se pudren y pierden por no
haber sido entregados al consumo en el momento necesario” Cuestiones éstas
perfectamente aplicables a la situación del año 2014, así como es plena
actualidad su recomendación "Para los cargos públicos, elegid a los
mejores y más capacitados y vigiladlos como si fuesen canallas".
En los momentos actuales, con la política tan deteriorada, con la
corrupción galopando a sus anchas por las altas instancias del Estado, es
preciso recordar la frase de Pablo Iglesias, de hace más de un siglo: “No olviden que toda mejora general,
únicamente podrán alcanzarla por la acción política”.
Finalizo este pequeño homenaje al fundador del PSOE, Pablo Iglesias Posse
con el poema que le dedicó Gabriel Celaya:
A mí que me den hombres,
los trepadores, ¡fuera!
A mí que me den hombres como Pablo Iglesias.
La verdad por delante.
La retórica, ¡fuera!
A mí que me den hombres como Pablo Iglesias.
Marxistas hasta el fondo,
y las astucias, ¡fuera!
A mí que me den hombres como Pablo Iglesias.
Vamos a ser quien somos.
Los cambalaches, ¡fuera!
A mí que me den hombres como Pablo Iglesias.
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