La incompetencia, la soberbia y el desprecio hacia
la gente común y hacia los profesionales de esta ciudad, demostrada por el
alcalde Pedro Fernández Montes y su equipo de gobierno, nos han llevado a una
situación gravísima para la economía local y de alto riesgo para toda la
población.
La pobreza severa se ha instalado en muchos hogares
de Torremolinos; cada día son más los desahucios, los cortes de luz, agua y electricidad.
Muchas familias están recurriendo a asociaciones benéficas sin ánimo de lucro.
Los servicios sociales municipales gestionan más de 7 millones de euros con
total opacidad en su distribución. Una parte de la "clase media" no
asalariada, comerciantes, pequeños empresarios, autónomos, etc., se arruina y
cae en la misma precariedad que se encuentra la clase trabajadora sin empleo o
subempleada.
Hay que echar a este Gobierno local. Han ido
demasiado lejos, perdiendo cualquier legitimidad que les dieron los votos
recibidos. Este Alcalde no atiende al pueblo y el pueblo tiene derecho a
rebelarse contra él.
Un ayuntamiento que no es útil a los ciudadanos, hay
que cambiarlo. Quien alardea de ser el único capaz de gobernar en Torremolinos,
sólo puede presumir de llevar el municipio a la bancarrota, con una deuda
insostenible.
Es la hora del cambio de gobierno en Torremolinos,
hay que elegir un nuevo Alcalde comprometido
con la democracia, la transparencia y la participación. Hay que frenar la
decadencia en que está sumida la ciudad.
Hay opciones alternativas y Pepe Ortiz está
comprometido con los ciudadanos; ofrece transparencia y participación, y viene
cargado de ideas e ilusión para transformar Torremolinos y situarlo en el lugar
que merece la ciudad y sus habitantes.
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